martes, 19 de abril de 2011

¿Un mundo normal?


Otra vez presiento la rutina venidera que invade, que decir, mas bien ADORMECE   mi sentido, mis ganas de vivir. Un deja vu que se aproxima sin malicia alguna, se aproxima la calma, se aproxima, cada vez, hasta que ya esta viendo mis espaldas y me ahorca en su vacio amarillento. Me asfixia. Deseare huir, deseare correr y ya no regresar jamás. Sin embargo permaneceré, me mantendré quieta, haciendo lo mismo que todos los días, volviendo a mi trivialidad, por que solo es mía, mi desesperada y neurótica tranquilidad que con todo mí ser deseo aplastar. Pero no, regresa, siempre vuelve acechante, queriendo derrumbar mis momentos en los que siento, todo es sentir, llenarte de emociones, los mata y los sustituye por una tarde de TV, una comida familiar o tarea.


Después él me rescatará. Ahora lo poseo, tengo a la primera persona que me ha hecho sentir tan intensamente, que me ha sacado de este teatro de la normalidad, él ha creado un paréntesis  en todo esto, él se ha metido en mi vida y la ha hecho suya, por que es seguro que sin él mi vida sería una más, otra igual. Aun así no puedo estar siempre junto a él, me agrada pensar que lo veré al día siguiente; me agrada saber que el tiempo pasa rápido, pero nos faltan mas de estos momentos fugaces por vivir; me agrada saber que nuestros lazos se transforman constantemente, mejoran, teniendo esa seguridad de que lo amaré. 

Espectro

Las particulas brillantes
de mi alrededor toman forma,
el blanco de mi mente fallante
se transforma en realidad y persona.
Otro día ha comenzado,
es un desafio terminarlo con sentido,
me percibo entre la nada, todo callado,
no sé que sera de mí en este mundo embutido.
El negro espectro de la soledad
me hace pensar y querer correr,
escapar de nuevo de la sociedad,
no mas personas a las que entender. 
Mi defecto es no saber mi virtud,
es mantenerme en el fondo
y aun asi tener el poder de la quietud,
esta es mi soledad en la que me ahogo.